(Español) Mono adobado a la cazuela

Tras muchos inconvenientes acerca de papeleo, visados y demás conseguí llegar a nuestra antigua colonia Guinea Ecuatorial, conocida en tiempos como Fernando Poo, denominación, que reconozco, me gusta más que la actual, siquiera sea por los momentos de mi infancia que dicho nombre traen a mi memoria y es que recuerdo a mamá mandándome a esta bella isla tropical, por no enviarme a otro lugar, como…decir, más conceptual, cada vez que el hartazgo de mi actitud hacia ella le provocaba expresar de manera contundente » ¡Anda niño y te pierdes en Fernando Poo!. supongo que la isla era lo suficientemente desconocida para enviar allí a todos los indeseables…yo incluido.

Bueno a lo que iva, recuerdo que descubrí la isla, intrigado por la insistencia de mi madre, sobre un mapa de Africa en mi libro de geografía de la escuela, era un pequeño punto frente a su costa occidental a la altura del Ecuador.

Así, después de muchos años, llegó al fín el día en que la insistente «sugerencia» de mama se hizo realidad, efectivamente, en Diciembre de 2005 aterrizaba en el aeropuerto de Malabo, Fernando Poo ( permitidme por razones sentimentales obvias referirme a esta isla con su antiguo nombre colonial ).

Nada mas descender del avión me llevé mi primera gran sorpresa, hablaban un español perfecto y después de unas horas por la ciudad me llevé la segunda sorpresa, añoraban los tiempos en que eran colonia española, entre otras cosas porque vivian mejor, esto es así suene como suene, guste o no guste, es lo que te cuenta el que tiene años suficiente para haber vivido aquellos tiempos, el único que ha cambiado espectacularmente su nivel de vida es Teodoro Obiang & tribu, esos si, pero el resto no, de hecho es algo que salta a la vista.

Fernando es tan misarable como el resto del Africa negra, solo por dar algunos datos, en los tiempos de la colonia en Poo ( por no repetir Fernando) disfrutaban, antes que nosotros en España, de cualquier artículo de importación o de fabricación nacional, vamos, que ellos ivan en Seat 600 cuando nosotros viajabamos tres o cuatro encima de una Montesa, recibian inmigrantes de paises vecinos que trabajaban para ellos, en sus campos de cacao o hacian los trabajos mas desagradables.

Me veia acosado por simples ciudadanos, ejerciendo de censores del regimen, que cuestionaban a cada momento el motivo de mis fotos, incluso algunos escolares me recriminaban que fotografiase las chabolas de Malabo…vamos, ¡como en Cuba!, todo el mundo me preguntaba si tenia un papel…¿un papel?.. ¿que papel?, ¡un permiso, tiene usted un permiso escrito para hacer fotografías!..no respondí, asi que me obligaron a sacar un «permiso» que page a unos personajes ¿funcionarios? oscuros ( y no lo digo por el color de la piel ) en la segunda planta de un edificio destartalado.

Lo curioso es que el susodicho papel parecia no tener efecto en los numerosos controles militares dentro y fuera de Malabo, (me recordaba una escena de los hermanos Marx en la que Groucho reclamaba una chapa de identificación a todo el que subia a un tren y que, por supuesto, Groucho vendia in situ), al final deduje cual era el papelillo adecuado y que te liberaba finalmente de todas las dificultades, pero este lo firmaba el gobernador del banco de América, se llamaba y se llama Dolar, mucho más efectivo en plural Dolares.

Prosigo, después de un par de días recalé en una aldea, siento no recordar el nombre, en las colinas de Fernando, dejé a unos acompañantes que venian conmigo y me dispuse a investigar los alrededores cámara en mano , al poco ví una mujer fregando cacharros con su pequeña hija en la puerta de la choza, como ya estaba «escamao» de papeles/permisos = $ Dolares, pregunté, ¡señora ! le importa que haga unas fotos.. ¡haga, haga, como no!, agradable sorpresa, asi que me dispuse a documentar el dia a dia de esta mujer y su hija Fernandinapooinas.

Al rato me invitó a entrar en su choza, cosa que hice gustoso y a sentarme en una banqueta, charlábamos amigablemente mientras fotografíaba el interior, cuando reparé en el agradable olor que provenía del caldero en el que la señora estaba cocinando, ¿qué es?, pregunte con interés, ¿que huele tán bién?, mientras me iva acercando al mencionado recipiente que estaba sobre unas brasas, ella me dijo, ¿quiere probarlo?, yo no respondí, máxima atención en el puchero en busca de pruebas que me permitieran identificar la materia prima en la que estaba basado el guiso, no viendo nada anormal, lo juro, estuve tentado de aceptar.

Pero me mosqueó enormemente que la mujer no respondiese a mi pregunta inicial, asi que, volví a repetirla, Exuperancia, así se llamaba la mujer, ¿que está usted cocinando?, su nueva falta de respuesta, acompañada de una complice sonrisa y sus ojos dirigidos hacia el suelo en el intento de evitar mi mirada me alarmó sobremanera e , instintivamente , revisé de nuevo el interior del puchero..

¡Exuperancia!, que..que..está, co..cocinando usted?.

¡Mono!, respondió entre risas, es un mono fresco recién cazado en la selva, ¿quiere probarlo?, ¿mono?, respondí ¿esos pedazos de ahí son parte de un mono?, si, ¿quiere un poquito?, está muy bueno, cuando reaccioné de mi estupor le dije a Exuperancia que… lo sentía, que justo acababa de comer, mentí sin escrúpulos y escandalósamente.

Acto seguido le pregunté si podía extraer la cabecita del simio del puchero y sujetarla entre sus manos para fotografiarla, a lo que Exuperancia, muy amablemente accedió, entonces, vi su carita, la del simio quiero decir, marcada por un rictus de dolor y desesperación, supongo que lógico después del trance que le tocó vivir al pobre, tenía el mismo aspecto que el malo ese que esconde su cara trás una máscara negra en la película «El imperio contraataca».

Bueno al final me alegré de mis precauciones, como digo en algún otro post, esto me ha salvado de situaciones muy embarazosas en mis viajes, cuando regresé con mis acompañantes ese mismo día agarré el bocadilllo de mortadela que justo antes de mi partida entre las chozas había rechazado…fué un bocato di cardinale lo aseguro, supo a gloria.

PD- ¿habeis localizado en la foto la manita del primate?

Deja un comentario

Basic HTML is allowed. Your email address will not be published. Subscribe to this comment feed via RSS