Paco Feria / photojournalist

Travel pictures and photo reportages from around the world

Posts from the ‘Foto comentada’ category

Ojalá estuviéseis aquí

Ojalá, ojalá estuvieseis aquí.

Solo dos almas perdidas,

nadando en una pecera, año tras año.

Corriendo sobre el mismo lugar y…

¿Qué hemos encontrado?

Los mismos viejos temores.

Ojalá estuviéseis aquí

PF

A la  memoria de Alfonso

1947 – 2011

e…

Inma 1970 – 2011

Solo el Amor puede romper nuestros corazones…

Africa y Yo

Senegal Nov / Dic – 2010

He escrito anteriormente acerca de Africa, del Africa anglofona / cristiana ( Kenia ) , esta vez lo haré del Africa francófona / musulmana ( Senegal ), otro rollo, no se si la gente, los indígenas, la colonización francesa o la influencia religiosa la hace así, pero encontré un Africa… ¿ como decirlo?, mas borde, ¡no foto!, esta era la cantinela mas común que me iba encontrando a lo largo del país cada vez que levantaba la cámara ya fueran, niños, adolescentes, mujeres o ancianos en, mercados, en la calle o cualquier otro lugar, que raro, pensé, ¿ qué le pasa a esta gente?, ¿qué problema tienen con las fotos?, después de una breve investigación descubrí el mismo relato / cuento en todos ellos, -Tu nos haces fotos para hacer postales y ganar dinero a nuestra costa-   ¡ea!, ahora convéncelos de que no es así ( ¡ojalá fuera cierto! ) y, qué además, tu estás allí haciendo tu trabajo que no es otro que hacerles fotos en su acitividad diaria sin abusar. ( No me extenderé aquí acerca de los derechos a su imagen de las personas, ya los conozco y, por supuesto, los respeto, lo que explico aquí es harina de otro costal ).

Nubes de indígenas ( negros) y moscas  me persiguen cada vez que mi blanca jeta aparece por las estaciones de taxis, en los embarcaderos o cruzando la frontera, me atosigan, me venden mandarinas, plátanos, agua, relojes, pilas, vuelven una y otra vez, sin descanso,  agarran mi bolsa / maleta gritándome:  ¿Ça va mon ami?, ¿tout bien? … bien, bien,  deja la bolsa ¡coño!, ¡ne pas necesary!, ya la llevo yo, ¡je conais!, I know!, I know!, dejadme tranquilo ¡cuyons! (  el Francés lo escribo aquí tal como lo hablaba, mezclándolo con Español y algo de Inglés y hasta Catalán o en última instancia inventándolo, ¡que remedio! )

Niños descalzos paupérrimos pidiéndome dinero una y otra vez, no importa si ya les di antes, insisten igualmente pero todos huyen en cuanto levanto la cámara, bien, ya tengo la solución  para librarme de ellos, es tan solo cuestión de hacerles una foto, bueno, de intentarlo mas bien.

Finalmente le cojo el tranquillo a la situación, cuando me gritan con mala educación y aspavientos ¡no foto! ¡no foto!, ni caso, paso de ellos y si se ponen bordes entonces les grito mas alto mientras los fotografío sin compasión, se sorprenden y siguen con lo que estaban haciendo dándome la espalda en la mayoría de los casos , si cogen un piedra amenazándome yo agarro otra mas grande y les espeto el intraducible y castizo, ¡A que no hay güevos!, entienden que no estoy para ostias y me dejan en paz, algunos de los que contemplan la escena se ríen de sus compañeros ofendidos y me enseñan su dedo pulgar levantado en señal de aprobación, parece que así me respetan, al menos, puedo seguir haciendo fotos que es el único motivo de mi viaje pero, realmente, no es muy agradable.

Cuando pregunto de nuevo por tanto borderío con las fotos recibo invariablemente la misma respuesta, el mismo rollo…. -tu ganas dinero haciendo postales, debes pedir permiso  y  bla, bla, bla-  pero realmente es tan solo cuestión de unos pocos dólares, intuyo que algún listo / capullo les ha metido  en la cabeza a lo largo del tiempo unos mal entendidos derechos, intento explicarles las diferencias del fotoperiodista con los turistas pero realmente esa diferencia no es importante, que si no hago fotos atractivas de Senegal el reportaje resultante no será bonito y que la gente que lo vea no estará tentado de visitar su país y que, para reclamar derechos y dignidad, mejor empezar por pedir a su gobierno que escolarice a todos los niños abandonados, que les asfalten las calles, que les construyan hospitales, que reclamen un trabajo digno, que  les recojan la basura de las calles  y no se dejen engañar con la cantinela de las fotos atacando al primer desgraciado / turista con una cámara en la mano, que eso no es bueno para el turismo en general  etc, etc.  Me escuchan con atención y, generalmente, asienten a mis razonamientos, pero estoy realmente muy cabreado y todo el rollo que les suelto, siendo honesto, me importa realmente un bledo

Salgo de Senegal desde Saint Louis un par de dias antes de lo previsto, estoy cansado, no me apetece tanta batalla diaria, cruzo la frontera  en cayuko por el río Senegal camino de la capital de Mauritania, Nouakchott, con el mal rollo de A-lQaeda constantemente en mi cabeza, en una de las paradas junto a un chiringuito en la carretera en mitad del desierto veo unos niños con camellos a cierta distancia, la escena, la luz, las doradas dunas, todo era perfecto, así que levanto la cámara para fotografiarlos y al pronto, un lugareño  mauritano  junto a mi, me suelta: ¡no!, ¡no!, ¡no foto!… ¿eh?, ¿que pasa? le digo, ¿Quién coño eres tu para decirme que no haga fotos?, cuando empieza a contestarme, le digo, ¡espera un momento!, ¿es tal vez  porque haré postales con las imágenes y bla, bla, bla…?, ¡oui!, ¡oui!   me contesta,  ¡Dios!, Bruto, hijo de alguien, ¿tu también?, me quito las Ray-Ban mientras le miro de frente directamente a los ojos  y le suelto:  Mira tío, ¿sabes que?, ¡vete a la Mierda!,  ¿eh?, ¿que es que çe?, me giro sin darle mas bola y rápidamente intento captar el momento que quería  fotografiar, pero ese momento, por desgracia,  ya se ha esfumado para siempre en el tiempo.

Paco Feria / fotoperiodista

11 de Septiembre del medioambiente.

No puedo evitar, cada vez que veo esta fotografía tomada en el parque nacional Nairobi en Kenia, pensar en los aviones que se estrellaron contra las torres Gemelas el 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York. Veo en ella una metáfora sobre la destrucción de la naturaleza. ¿No es así?.

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En memoria de Loli

BLACKBIRD

Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas y aprende a volar.

Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo.

Mirlo que cantas en el silencio de la noche, abre esos ojos hundidos y aprende a ver.

Toda la vida has esperado ese momento para ser libre.

Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra.

Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra.

Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas rotas y aprende a volar.

Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo.

has esperado este momento para alzar el vuelo.

has esperado este momento para alzar el vuelo.

En recuerdo de Loli 1946 – 2010

Con todo nuestro Amor.

Africa


Mbiuni, Kenia – 2008

Iban camino del colegio temprano por la mañana, yo los perseguía fotografiándolos en Mbiuni, una población habitada por los Kamba en Kenia, en principio no fue una de las fotos seleccionadas, de las mejores, pero cuando ya de regreso la revisé con detenimiento, vi en el niño que me mira, la  mismísima cara de Africa, pobreza, caos, sonrisas, heridas…

Empezando por su cabeza, la tiene rapada, asunto de piojos, lo siguiente que veo es su sonrisa, debajo, un cuello de la camisa por fuera y el otro por dentro, por el agujero desilachado del jersey pasa la cabeza de un león, ese mismo sueter debe ser dos o tres tallas mas grande de la que le pertenece, por eso, la manga  le tapa por completo la mano izquierda, con la derecha, sujeta una mochila / cartera hecha pedazos, cremalleras rotas y sin asas que le permitan colgársela a la espalda como la llevan los otros niños, por supuesto va descalzo y, además, tiene el pié derecho atrofiado, lo que le obliga a arrastrarlo por el suelo mientras camina y, todo junto, es como una gran metáfora, también,  de Africa. La gente que ha viajado en alguna ocasión al continente negro, yo lo he hecho en dos ocasiones, dicen que Africa engancha, que inevitablemente acabas volviendo, yo no he sentido esa necesidad…por Africa misma, pero ¡vive Dios! que he de regresar a Mbiuni, encontrar al niño y comprarle un jodido jersey nuevo, una cartera y sandalias, pero, ahora que lo pienso, ¿no es este niño la imagen misma de…Africa?, entonces… ¿no será Africa quien me llama?

Patagonia… 11M

Dos hechos marcaron mi trabajo durante un mes en la Patagonia Argentina entre mediados de Marzo y Abril de 2004, el primero fue de orden técnico, a los dos días de mi llegada, durante un parada en Mar del Plata, fotografiaba escenas de pescadores en el rompeolas cuando súbitamente debido a una imprudencia por mi parte, vi con horror, como todo mi equipo fotográfico desaparecía con gran estruendo y tremendos golpes entre las rocas, pensé que ahí acababa mi reportaje y mi viaje.

Por suerte me acompañaba el “flaco” Maguire, un Rosarino de origen Irlandés, nunca el apelativo de “flaco” cobró mayor sentido, ya que literalmente se introdujo entre la estrecha fisura que dejaban las rocas y con la punta de sus dedos fue recuperando uno por uno todas mis cámaras y objetivos, después de revisarlo, comprobé que una pieza fundamental, el teleobjetivo, había quedado inservible. al principio supuso un tremendo inconveniente, luego me lo tomé como un reto y decidí suplir con imaginación esa limitación técnica.

El segundo incidente fue, es, y será por mucho tiempo mas profundo en sus consecuencias , el mismo día de mi llegada a Buenos Aires, el 11 de Marzo ( otra vez el “flaco” Maguire ), me comunicaba casi a pie de pista, en el aeropuerto, el horror que se estaba viviendo en mi país, España, tras el asesinato en masa de casi 200 personas inocentes , no podía creerlo, me hundí moralmente, estaba desorientado, aún así al día siguiente Claudio, Oriol, Santiago (“el flaco”), y yo, partimos hacia Mar del Plata y de ahí hacia la inmensa Patagonia.

Un mes después habíamos recorrido en 4 x 4 casi 12.000 Kms, entrevistado docenas de personas, desde los Andes al Atlántico, ellos rodando un documental, yo fotografiando todo lo que se ponía a tiro, vi paisajes imposibles bañados con una luz asombrosa, naturaleza imponente en la mas absoluta “nada”, cientos y cientos de Kms sin sombras humanas y a cada paso el viento, esa música de la Patagonia que nunca deja de sonar, bajo una cúpula de estrellas infinitas.

De regreso en Barcelona viendo las fotografías comprobé que superé el reto técnico impuesto por la falta del teleobjetivo, pero había algo en casi todas las imágenes que me inquietaba, no tarde en descubrir que era, todas mi fotos estaban impregnadas de melancolía, al menos así me lo parecía, entonces supe que “ellos” estuvieron en mi mente durante todo el viaje, no podía olvidarme de la tragedia de Madrid, por eso quiero dedicar este reportaje a su memoria, de alguna manera construyeron las imágenes, en cada foto estaban en mi mente, dirigieron cada disparo directamente desde mi corazón ….roto.